Las pensiones no contributivas, viudedad, orfandad o invalidez subirán un 15%

El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos salvó in extremis y sumido en un caos de votaciones el proyecto de ley que dará soporte a los planes de pensiones de empleo con el apoyo del Grupo Mixto, además de la abstención de Vox y EH-Bildu. La votación en la Comisión salió adelante por el error del PSOE, que votó varias enmiendas no pactadas de su socio de Gobierno, Podemos, que no tenía intención de respaldar. Entre ellas, el destope de las bases de cotización, la pérdida de la exención de cotizaciones en las aportaciones empresariales y la limitación a la mitad de las deducciones y las reducciones en el IRPF a las aportaciones de los planes, equiparándolas a las previstas para los trabajadores autónomos por planes de empleo simplificados.

Previamente, el PSOE había pactado con Bildu subir las pensiones no contributivas, viudedad, orfandad o invalidez un 15% como requisito para facilitar su voto positivo, aunque finalmente obtuvieron su abstención para no obstaculizar el trámite después de haber logrado, según confirmó en un comunicado, “un acuerdo con el Gobierno para elevar las cuantías de las pensiones no contributivas”. Esta medida será incluida en el nuevo decreto anticrisis que el Gobierno aprobará próximamente, y como mínimo se prorrogará hasta el 31 de diciembre de 2022, cuando sean los Presupuestos Generales del Estado de 2023 los que deban determinar la revalorización de las mismas. “Gracias a este acuerdo, los pensionistas verán incrementadas entre 60 y 100 euros”, señaló el diputado de Bildu, Iñaki Ruiz de Pinedo.

Asimismo, el acuerdo alcanzado con esta formación contempla que estos planes no mermarán los ingresos de la Seguridad Social, por lo que no irán a costa del sistema público de pensiones, uno de los principales temores de los movimientos de pensionistas, e incluso de Unidas Podemos, socio del Gobierno, que ha celebrado esta medida.

Ya a propuesta de Cs y el PDeCAT, el proyecto incluirá una desgravación para las empresas en el Impuesto sobre Sociedades, que podrán deducirse de su cuota íntegra hasta el 10% de las aportaciones que hagan a favor de sus trabajadores con retribuciones inferiores a 27.000 euros brutos. A partir de esa cifra, la deducción será sobre la parte proporcional de las aportaciones que correspondan a una retribución bruta de ese límite. Pese a que inicialmente la propuesta de Cs para esa deducción era de un 15% de las aportaciones, el acuerdo deja la deducción en el 10% de las aportaciones, tal y como planteaban también en sus enmiendas el PP, Vox y el PDeCAT.

Por otro lado, también a propuesta de Ciudadanos, se modifica la regulación de la Comisión de control especial de los planes de pensiones para exigir a sus integrantes al menos 10 años de experiencia en la gestión de fondos o planes de pensiones, y se evita que los miembros designados por el Gobierno tengan derecho a veto para determinadas decisiones. Hasta ahora, el proyecto establecía que cualquier cambio en la política inversiones sobre el ejercicio del derecho de impugnación de acuerdos sociales necesitaba la aprobación de los miembros designados por el Ministerio de Seguridad Social, cláusula que se modifica para que sea suficiente con la mayoría de los mismos.

Respecto al lío de la votación en la Comisión de Trabajo, el PSOE entendió que estaba ante una enmienda transaccional y votó a favor, pero por error estaba apoyando el destope de las bases máximas de cotización. Nada más darse cuenta, desde la bancada socialista reclamó repetir la votación, pero el presidente de la Comisión, Antón Gómez-Reino, de Unidas Podemos, rechazó esta posibilidad a instancias del letrado, y ha emplazado a los socialistas a plantear un voto particular. “Pasaré a la historia”, comentó tras la votación la portavoz del PSOE en el Pacto de Toledo, Mercé Perea.

Fuentes socialistas han confirmado que finalmente presentará un voto particular con vistas al debate de la ley en el Pleno del Congreso, previsto el jueves de la próxima semana. Su intención es excluir esas enmiendas que apoyó por error, y para corregirlo necesitará que su voto particular sea aprobado por mayoría. Si no lo lograra, la ley con el destope se remitirá al Senado y allí los socialistas tendrían otra oportunidad de rectificarlo presentando una enmienda y ganando la votación.

(La Razón – 03/06/2022)

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