La Agencia Tributaria (AEAT) está intensificando su supervisión sobre las deducciones fiscales por obras y reformas en viviendas. Los expertos fiscales advierten que los propietarios tienen dificultades para deducir los gastos de reparación en inmuebles alquilados y las mejoras en propiedades vendidas, tanto en el IRPF para residentes como en el IRNR para no residentes.

Los abogados han observado que Hacienda realiza revisiones masivas de las declaraciones de los contribuyentes, interpretando de forma distinta los mismos conceptos. Por ejemplo, al revisar los ingresos de alquiler, la AEAT considera que los gastos de conservación son mejoras, lo que impide su deducción. Por otro lado, al evaluar las ganancias de la venta de una propiedad, Hacienda califica las inversiones en mejoras como reparaciones, lo que aumenta la ganancia a declarar.

Alejandro del Campo, abogado de DMS Legal Intelligence, señala que muchos propietarios que realizan pequeñas reparaciones en inmuebles alquilados ven cómo Hacienda no acepta estas deducciones. La AEAT sostiene que, debido al coste total de las reformas, se consideran mejoras, que solo se pueden amortizar al 3% anual.

Cuando los propietarios realizan inversiones significativas en reformas, a menudo igualando el precio de compra de la vivienda, también enfrentan problemas al vender. Del Campo menciona casos donde, tras gastar hasta un millón de euros en reformas, al intentar deducir ese gasto al vender, Hacienda lo clasifica como reparaciones, impidiendo la deducción.

El Tribunal Económico Administrativo Central ha respaldado este enfoque durante años, pero una reciente resolución sugiere que, bajo ciertas condiciones, como una inversión considerable y una venta posterior a un precio significativamente mayor, las obras podrían ser calificadas como mejoras.