Europa saldrá de su estancamiento el próximo año. El crecimiento de la zona euro se aproximará al 1% del PIB. Es momento de que los países de Europa equilibren sus cuentas públicas, muy afectadas por la deuda debido a una sucesión de crisis sistémicas en los últimos 15 años (explosión de la burbuja inmobiliaria y financiera, la pandemia de la covid-19 y la crisis energética). Los países con mayores niveles de deuda deben hacer un esfuerzo adicional. 

Dentro de los países con mayor deuda encontramos a España: Esta ha evitado por poco el procedimiento de déficit excesivo. Sin embargo, aún tiene una deuda superior al 100% del PIB. Es por esto por lo que forma parte del grupo de cinco Estados que deberían esforzarse más en sanear sus finanzas públicas. Este análisis forma parte del informe de situación fiscal en la zona euro presentado este miércoles por el Consejo Fiscal Europeo.

Según el Consejo Fiscal, ha llegado el momento de adoptar una política fiscal más restrictiva. Esto implica retirar total o parcialmente los apoyos desplegados durante la crisis inflacionaria de 2022, que todavía están vigentes en muchos Estados miembros de la UE. El organismo destaca que la previsión de déficit agregado de la zona euro para este año es del 2,8%. Según sus cálculos, en 2025 las medidas restrictivas de gasto apenas supondrán un ajuste del 0,1%. Este nivel de apoyo fiscal discrecional es excesivo teniendo en cuenta las condiciones económicas previstas”, insiste, “la persistencia de un alto nivel de deuda en algunos países y el impacto del gasto público financiado con subvenciones del fondo de recuperación”. Por lo tanto, apunta que los proyectos de presupuestos de 2025 deben incluir nuevas medidas de ajuste.

Se repite varias veces la idea de que la buena marcha de la economía el próximo año da margen para aplicar medidas de austeridad. Esto es especialmente relevante para los países con mayores niveles de deuda, clasificados por la Comisión Europea como de riesgo alto a medio plazo.

La opinión del consejo

El Consejo Fiscal se refiere a las nuevas reglas fiscales que empiezan a aplicarse este año. Recientemente, la Comisión Europea entregó a cada Estado su análisis individual de deuda para que preparen sus planes de ajuste plurianuales. Estos planes son obligatorios para todos los países que superen el 60% de deuda sobre el PIB y/o el 3% de déficit anual, lo que incluye a España y a los otros países señalados por el Consejo Fiscal, además de otros como Portugal o Alemania. Tienen, en principio, una duración de cuatro años, pero pueden ampliarse hasta siete si el estado se compromete a realizar reformas que aseguren la sostenibilidad del gasto e inversiones que impulsen la economía.

En términos generales, para el primer año de aplicación de la nueva norma, que será 2025, se exige “el cumplimiento de los límites máximos de crecimiento del gasto neto”. Esta petición es crucial, ya que, junto a esos planes la otra el marco fiscal reformado es una regla de gasto en la que el Estado correspondiente debe comprometerse a no tener un gasto estructural por encima de lo que ingresa.



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